Este mes de septiembre ha salido publicado en la editorial Desclée mi nuevo libro Aprendiendo a habitarnos. Un modelo de intervención psicoterapéutica con personas con historias de trauma.

Recoge el modelo psicoterapéutico que he construido desde mis años de experiencia profesional acompañando a personas con historias de trauma. En él describo cómo trabajo con las personas desde que llegan el primer día a consulta en la sesión de encuadre hasta que les doy el alta con la sesión de cierre. Incluye las metáforas y ejemplos que utilizo, las claves de mi posicionamiento como psicoterapeuta y la estructura que sigo en el abordaje de la historia de trauma.

El modelo que recogen estas páginas es el resultado de un proceso experiencial que ha acabado generando un determinado modo de actuar. Surge del aprendizaje y convencimiento de más de veinte años de práctica clínica y pretende transmitir mi visión del ser humano y su infinita riqueza, además de sistematizar un modelo de trabajo para que pueda ser replicado si así se desea.

La psicoterapia es un proceso único e irrepetible cada vez, porque se construye desde el vínculo psicoterapéutico y la construcción de un entorno seguro y protector desde el que la persona puede mirar con consciencia su “edificio” y aprender a habitarlo, haciéndose protagonista de su propia vida desde una narrativa integrada, compasiva y resiliente de la misma.

Soy consciente de que este libro es un libro valiente. Al exponer mi forma de trabajar en psicoterapia me abro a la crítica y la revisión. Pero creo que eso en sí mismo es una riqueza y debería ser pauta generalizada en nuestro ámbito. Es necesario sistematizar lo que sucede en la consulta. En este caso, explico un modelo cuya eficacia he podido confirmar a lo largo de los años en la medida que pueda ayudar a otros profesionales de la psicoterapia o a personas en su proceso de crecimiento personal.

Mi valentía es mínima si la comparo con las verdaderas protagonistas de este libro: las personas que han confiado en mí a lo largo de todos estos años. He acompañado a personas que al aprender a habitar su edificio han logrado cambiar su vida completa y otras que sencillamente han logrado paz para vivir sin miedo la vida que ya tenían. Son esas personas quienes me hicieron psicotepeuta. Quienes me enseñaron a mirar, callar, sostener, incluso a temblar. Este libro es mi forma de honrarlas.

Pepa Horno